Las empresas de todo el mundo, incluidas las de América Latina, buscan continuamente formas de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, involucrando tanto a sus clientes como proveedores.
La cadena de valor corporativa vincula a las empresas entre sí, y si una compañía quiere reducir su huella de carbono, debe considerar no sólo sus propias emisiones directas, sino también como reducir las emisiones generadas por las empresas con las que se relaciona.
Tipos de emisiones de gases de efecto invernadero
El Protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol), una metodología estandarizada para la medición de gases de efecto invernadero, identifica tres categorías principales de emisiones corporativas.
Emisiones de Alcance 1
Las emisiones de alcance 1 son aquellas generadas directamente por las operaciones que son propiedad o están bajo control de la empresa. Esto incluye, por ejemplo, los equipos o los vehículos de flota.
Emisiones de Alcance 2
Las emisiones de alcance 2 provienen de la electricidad adquirida por la empresa. Un ejemplo sería si la compañía compra electricidad generada por una planta que utiliza carbón. En este caso, la empresa sería indirectamente responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la energía que consume.
Emisiones de Alcance 3
Las emisiones de alcance 3 presentan una gran oportunidad para las empresas y organizaciones ya que incluyen todas las emisiones indirectas que no están incluidas en el alcance 2.
Estas emisiones no son producidas directamente por la empresa, sino que están relacionadas con bienes y servicios adquiridos por la empresa, y las ventas posteriores. Las emisiones de alcance 3 incluyen todos los productos y servicios comprados, utilizados y desechados por la compañía y sus proveedores.
Por ejemplo, si una empresa compra palés a otra compañía, la empresa es indirectamente responsable de las emisiones producidas durante el proceso de creación y envío de los palés.
Otros ejemplos son los viajes de negocios, los desplazamientos de los empleados, los activos alquilados y el transporte de los productos a través de terceros hasta el cliente.