El auge de los vehículos eléctricos a nivel global, incluyendo a América Latina, no solo representa un cambio tecnológico, sino que también se consolida como un motor para el crecimiento económico, la creación de empleo, y el desarrollo de un ecosistema más robusto y sostenible. La transición hacia la movilidad eléctrica está avanzando rápidamente.
Si alguna vez te has preguntado cómo los vehículos eléctricos están transformando las economías locales, en este artículo te compartimos algunos de los principales beneficios que este sector está aportando a América Latina.
1. Creación de empleos y aumento de oportunidades laborales
La adopción de vehículos eléctricos está impulsando una importante demanda de mano de obra en sectores como la manufactura y el ensamble de automóviles eléctricos.
Por ejemplo, México cuenta ya con ensambladoras de automóviles eléctricos como Ford en el Estado de México; General Motors en Coahuila y San Luis Potosí; Zacua en Puebla; BMW en San Luis Potosí; y JAC en Hidalgo. Además, se proyecta que entre 2025 y 2027, Stellantis fabrique autos eléctricos, mientras que Audi tiene planes similares a partir del 2027.
Con la fabricación del auto mexicano Olinia, en Puebla, se estima que se generen empleos directos e indirectos, desde perfiles especializados como ingenieros, técnicos y programadores, así como puestos relacionados con la logística y el mantenimiento de la producción.